Disposición constante a ayudar.
Intento permanente de las fuerzas del mal, por alejar a los humanos del camino divino
Deben saber que lo que está mal se puede convertir en bien, lo que está roto se puede arreglar, lo equivocado corregir.
El tiempo es mío, y mía es la paciencia y la misericordia, y es inagotable.
La pregunta
que deben hacerse es...
si ponen a prueba mi paciencia,
o están poniendo a prueba la vuestra.
Les digo
no pongan a prueba
a vuestro Padre,
no es consecuente
con el amor que les he dado,
que les doy
y que por siempre
será así.
No habla bien
de vuestras almas
y palidece su estado.
Estoy
desde que la nada cubría el todo,
y mi Espíritu
lleno de mi amor,
colmó toda existencia.
Sé que a veces
el niño curioso
aflora en vuestras almas,
y mi amor los comprende.
Y si es cierto
y les digo,
a veces sonrío
y les dejo aprender,
y otras veces los ayudo,
es así
porque los amo
y los preservo
de ustedes mismos.
Ustedes dicen
de la ira de Dios, dicen así...
Porque vuestra boca dice
lo que el mal les susurra,
un mal que está ante ustedes,
que de tan evidente es grotesco.
Se muestra ante ustedes
en una forma absurda,
provocadora del buen juicio
y del sentido común
y que los ofende
porque en vuestro
más frágil aprecio
saben lo que es
e igualmente deciden acompañar.
Y lo hace así
convocando de a diez miles de ustedes,
que los siguen
desprovistos de toda cordura
que les permita comprender
esas reuniones satánicas,
y lo hace
para mostrarme
que ustedes
no son merecedores de lo mío,
solo son merecedores
de lo de Él.
Y los observo
y les digo
a mis ángeles
que los ayuden,
porque no es abandonando
como se ayuda,
es, cubriendo con mi amor
es, cubiertos con mi amor
y con mi gracia
como lo lograrán.
Cuentan conmigo siempre
y aún en vuestro rechazo,
siempre cuentan conmigo,
aún aquellos
que les susurran mal,
cuentan conmigo.
Saben lo que quieren
los ángeles caídos?,
saben lo que buscan?,
enrostrándome cada día lo peor y cada vez más maligno de ustedes.
Desean verme vencido, así poder disponer libremente de ustedes y declarar el fin del tiempo de la humanidad.
Saben por qué
los ángeles caídos,
se alejaron de mí?
Por lo mismo que les han inculcado a ustedes.
Porque a pesar de los miles de miles del tiempo pasado, aún no me conocen.
Porque ustedes a mi lado, ahora, no me conocen, no conocen mi Espíritu y el amor.
Si me conocieran, si intentaran ensayar el camino de conocerme, sabrían que nunca me daré por vencido respecto de ustedes.
Hijos míos, no bajen los brazos, no se rindan, no se entreguen, yo estoy con vosotros y nada podría contra ustedes.
Y recuerden
mi palabra es ley, vuelve a mí con su propósito cumplido.
Así ha sido y así será.
¡Amén, como los amo!
Esa es toda la ley.
